Hay dos cosas que me dicen constantemente... La primera que soy una excepción, que mi éxito profesional y personal no es algo que todos pueden obtener, sobre todo porque no tengo una gran empresa y aún así genero muy buenos ingresos. No creo que eso sea cierto, estoy convencida que cualquiera con suficiente hambre de libertad puede tener una vida extraordinaria con libertad financiera.
La segunda es que yo siempre consigo lo que quiero. Eso no es una casualidad, con toda intención trabajo para obtener lo que me propongo con disciplina y constancia, aunque la mayoría de las veces no lo hago siguiendo lo que todo el mundo dice que funciona, me gusta encontrar mi propio estilo y cuestiono prácticamente todo.
Vivo intensamente, sin miedo al fracaso, al que dirán y es un espacio que quiero que conozcas, se habita realmente fácil y brinda un estado de plenitud que pocos disfrutan.
¡Obviamente no siempre fue así!
Durante muchos años me sentí vacía, buscando agradar a todo el mundo, soberbia. Pero la vida te cambia, casi siempre de forma poco suave…
Cuando nació mi segunda hija, dejé atrás una ascendente carrera como Directora de Cuentas en las mejores agencias de publicidad en México, atendía a clientes multinaciónales y ganaba muy bien, pero no tenía tiempo para estar con mi familia. Decidí mudarme a un pequeño pueblo buscando una educación alternativa para mis hijos, escapando de la ciudad caótica y con la ilusión de encontrar una forma de trabajo distinta.
No salió nada bien al principio, conocí de frente la carencia extrema, se me cayó el mundo como lo había aprendido, mis creencias se desmoronaron aún sin planearlo, mucho menos entenderlo,...estalló mi burbuja.
Ese tocar fondo, me permitió reconstruirme. Me obligó a ponerme de rodillas, aceptar mi soberbia, callar mi gran ego, cuando estaba casi por extinguirse, volver a encender mi luz interior, honrar mi espiritualidad, reconectar con mi ser auténtico: medio bohemio, un tanto loco, obstinado, rebelde, escéptico, creativo, apasionado.
Aprendí a pedir ayuda, a dejarme guiar. Tuve varios maestros, seres amoroso que con sus actos me enseñaron lo que significa vivir en integridad y congruencia y sobre todo lo que realmente significa SERVIR.
Comprendí que mi misión era ayudar a otros a vivir en LIBERTAD. Usar mi talento para resolver problemas, para detectar oportunidades donde la mayoría ve problemas, mis conocimientos y mi experiencia de vida.
Decidí dedicarme profesionalmente al Coaching principalmente por su enfoque en la acción y la obtención de resultados en presente. Me formé con el equipo de Tony Robbins y Brendon Burchard y aprendí lo más actual, sofisticado de los negocios online, herramientas, anuncios en redes sociales, estaba lista para el éxito... ¿o no?